Simplemente Humana

Me he despertado esta mañana pensando en la vida. En mí vida.

Pensando en tantas cosas que he dejado a medias. Proyectos iniciados que en su momento fueron grandes sueños y motivos de alegría en mi día a día, e inmediatamente vino este blog a mi cabeza. sentí tristeza y decepción. Definitivamente no quiero que sea algo más que dejo a medias.

La verdad es que aún no se porque lo hago. Porque me saboteo constantemente, impidiéndome alcanzar esa meta que tanto deseo. Encontrando una y mil excusas para ponerle freno a llegar al final de cada cosa iniciada.

Alguna vez mi ex esposo me dijo que él era testigo de mi constante inconstancia, y aunque me dolió muchísimo, tenía razón. Y es que no hay nada más duro para el ego, que te digan las verdades así, sin anestesia.

Lo bueno de todo esto es que me he hecho consciente de ese ciclo vicioso que me ha acompañado hasta ahora, y he decidido hacer algo al respecto. Lo estoy tratando desde hace unos días en mi proceso psicológico, y me he propuesto ser más intencional frente a ello.

Haré una lista de todas esas cosas que alguna vez inicie y no terminé, como mi carrera por ejemplo. No puedo creer que sólo haya dejado pendiente 6 cátedras para poderme graduar. Este blog estará allí, en esa lista también, y espero poco a poco ir logrando metas y cerrando ciclos que de verdad me importan y deseo culminar. Habrán otras cosas que realmente han dejado de importar y haré mi paz con ellas. Solo deseo mejorar de mí lo que pueda en pro de crecer, así sea un poquito, diariamente.

¿Que aspectos de tu vida necesitan atención y trabajo? ¿Que deseas mejorar de ti para ir hacia tu mejor versión?. Lo que hacemos de nosotros no depende de nadie más que de nosotros, valga la redundancia.

Creo que no importa la edad, mientras haya vida, salud y ganas, existirá la oportunidad de crecer como persona y lograr una mejor versión de ti. Eso si, como todo en la vida, nada llega fácil, todo requiere esfuerzo y constancia. No lo hagas por nadie más, hazlo por ti. Por amor a ti.

Si has leído hasta aquí, gracias. Espero me sigas acompañando en este proceso tan mágico de conectar por medio de la escritura, y podamos seguir creciendo en compañía.

Nos leemos pronto.