Hoy aprendí…

Sabes que?

Se que he estado muy ausente.

Que prometí volverte a escribir y no lo había hecho hasta ahora.

La verdad, la vida a veces corre y pasa tan rápido que no nos damos cuenta en que momento eso en que estabas tan interesado paso a un segundo plano.

No deseo excusarme ni mucho menos. De hecho vengo a contarte algo corto pero que me llena el alma de felicidad y amor en este mismo instante.

Y es que a veces es tan fácil quedarnos pegados de los momentos difíciles y dejar pasar de largo las hermosas cosas que nos trae la vida.

Este año empezó con una pérdida más. Volví a perder un embarazo y aunque gracias a Dios en esta ocasión fue temprano, no deja de doler igual. Pero lo que te vengo a contar es que en este momento me encuentro almorzando con mi primogénito. Verlo pedir, reírse, compartir su comida conmigo mientras me hace mil y una pregunta, ver su curiosidad por esta vida que para el está fresca, me ha recordado algo maravilloso.

Enero 26, 2023. Antes de escribir esto.

¡Tengo vida! estoy aquí para verlo crecer. Para guiarlo, amarlo y verlo convertirse en quien Dios desea que él sea. Tengo la inmensurable oportunidad de estar en casa y criarlo. De no perderme ni un segundo de su maravillosa vida. Y eso, ESTO! No tiene precio.

Soy afortunada, bendecida aunque eso haga reír a algunos.

No dejes pasar por alto las grandes alegrías que te trae la vida. Hay belleza en todo lado y eso no significa que no tengas derecho a vivir tu duelo, tu proceso.

Solo quise recordarte, así como me he recordado a mi hoy, qué hay mucho más, afuera del dolor.

Gracias por leerme.

Deja un comentario