Hey, yo otra vez.
La pensadera me posee últimamente y me cuesta no darle vueltas a lo mismo una y otra vez.
Ando pensando en lo mucho que he deseado ser madre nuevamente, biológicamente ya que se que tengo dos hijas que la vida me ha prestado a parte de mi hijo biológico. Pero llevo ya más de un año deseando tanto ser madre nuevamente que a veces olvidó lo maravilloso y bendecida que soy al tener la familia que ya Dios me ha permitido tener.
Y es que seas creyente o no, es una gran bendición ser madre o padre. Es algo que simplemente no tiene explicación a menos que lo vivas en carne propia. Es una experiencia única. Ninguna palabra puede explicar lo que se siente al ser madre. Es un amor igual a ningún otro.
Tras perder dos bebés seguidos, es mucho lo que pienso de vez en vez. Si quizás sea que no me conviene ser madre otra vez. Quizás Dios me esté salvando la vida misma sabiendo que mi familia aún necesita de este peculiar ser humano llamado Caroline. Pero cada día hay algo en común que me saca de mi tristeza y constante pensamiento destructivo, y es mi maravilloso hijo.

Auden ha sido el milagro de vida más grande que Dios me ha dado en esto llamado vida. A veces olvidó que yo, Caroline Jaber-Valencia no debería haber sido madre sin ayuda médica y que él, Auden Jaber es una muestra más de mi Dios y su gran poder. Mi primer milagro de vida y que así como él, si Dios ha de permitirlo, he de tener mi segundo milagro de vida algún día.
La vida misma es un misterio y lo único que tengo por decir es, si ha de ser será! no hay poder humano que cierre las puertas que Dios ha de abrir. Solo queda esperar y tener la certeza de que pase lo que pase, siempre ha de ser para bien al final del día aunque no lo parezca en este momento.
No tengo mucho más para decir por ahora. Pero sentí la gran necesidad de escribir esto, aquí, el día de hoy.
Nos leemos más pronto de lo pesando.
Gracias por estar aquí.

Deja un comentario